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MARX Y LA INFLACIÓN: En defensa de la economía política marxista (I)


marx-y-la-INFLACION-IMAGPor: Fernando Arribas García.

Especial para TP

Volvemos sobre el tema de nuestro último artículo del año pasado (TP N° 230), que provocó numerosas reacciones, favorables la mayoría, de crítica algunas, y de censura con la boca espumante unas pocas. Estas últimas, desde posiciones supuestamente puristas que parecen deberse más a la ignorancia del marxismo que a su legítima defensa, nos han acusado de exponer concepciones económicas «neoclásicas», «neoliberales», «keynesianas» y/o «monetaristas».

Desde marzo no hemos escrito sobre este tema porque, aunque se ha hecho cada vez más evidente que no hay ni hubo nunca la supuesta «guerra económica», creímos correcto no echarle leña a las fogatas guarimberas que por meses pretendieron chamuscar al legítimo gobierno nacional. Comportarnos de otra manera hubiera sido un error político «giordaniesco», y una violación de la línea política del PCV y de las normas de disciplina a las que conscientemente nos sometemos quienes pertenecemos a él.

Pero, superados esos días de combate callejero y cierre de filas en defensa del gobierno, es tiempo de reabrir el debate sobre temas económicos. No somos partidarios de ese estilo de discurso que requiere que toda afirmación sea validada con citas de algún autor consagrado. Sin embargo, en este caso no tenemos más remedio que echar mano directamente a los textos de Marx –del mismísimo barbudo de Tréveris, y no de alguno de sus sucedáneos muy del gusto del gobierno y sus aparatos editoriales–, más que para defendernos, para defenderlo a él y la doctrina que nos legó.

Todo lo que sigue está, pues, directamente sustentado en los escritos titulados «Trabajo asalariado y capital» (1849-91) y «Salario, precio y ganancia» (1865) de Marx; todas las citas son traducidas por nosotros de la edición en inglés de las Obras Escogidas de Marx y Engels en tres tomos (Moscú: Editorial Progreso, 1969). Invitamos a los lectores a que busquen y estudien los textos indicados y relean nuestro artículo de diciembre a la luz de ellos. Advertencia, esta exposición no compromete en modo alguno al PCV como colectivo, ni expresa por ahora posiciones oficiales del Partido.

¿Qué determina el precio de una mercancía?

Con esta pregunta Marx abre el fragmento de «Trabajo asalariado y capital» que explica el mecanismo fundamental de la formación y fluctuación de los precios –no de los valores, mucho cuidado–. Y responde: «Es la competencia entre compradores y vendedores, la relación entre la oferta y la demanda, entre la solicitud y su satisfacción. La competencia que determina el precio tiene tres facetas […] una competencia entre vendedores que empuja hacia abajo el precio de las mercancías ofrecidas […] una competencia entre compradores que a su vez causa el aumento de los precios de las mercancías en venta […] una competencia entre compradores y vendedores: los unos quieren comprar tan barato como sea posible, los otros vender tan caro como puedan […]»

«[…] si la oferta de una mercancía es inferior a su demanda, la competencia entre vendedores es débil o inexistente. Y en la misma medida en que decrece esta competencia, aumenta la competencia entre compradores. Resultado: un aumento más o menos considerable de precios de las mercancías. […] el caso contrario, con el resultado contrario: un gran exceso de la oferta sobre la demanda, una competencia desesperada entre los vendedores, una escasez de compradores, ventas forzosas a precios de barata».

Así que, primer punto a tener en cuenta: la dinámica fundamental de la variación de precios –lo que modernamente llamamos inflación y deflación–, está determinada, como dijimos en diciembre, por la relación entre oferta y demanda en el mercado. Afirmar tal cosa no es plegarse a teorías clásicas ni neoclásicas; es simplemente reconocer una verdad científica indiscutible, que tanto el marxismo como toda otra doctrina económica medianamente seria admite.

Segundo punto, que causó mucha molestia en algunos de nuestros lectores de diciembre: de acuerdo con Marx –y es verdad, también de acuerdo con Fedecámaras, nos guste o no–, en condiciones de escasez como las que existen en Venezuela por la débil producción nacional y las dificultades para importar lo que no se produce, el factor principal que hace subir los precios es el comportamiento de la parte compradora, y no el de la parte vendedora.

Y por lo tanto, todo intento de resolver el problema de la inflación regulando las actividades de los vendedores por métodos policiales o de fiscalización, está condenado a fracasar más temprano que tarde. Mientras persista la escasez, tiene mucho más sentido regular a la parte compradora con mecanismos de control de compras, como el sistema «biométrico» del que ha hablado recientemente el gobierno nacional.

¿Y las ganancias de los empresarios?

A esta cuestión se dedica buena parte de «Salario, precio y ganancia»: si no es la voluntad de los empresarios la que determina los precios y los infla deliberadamente, ¿cómo obtienen sus ganancias habituales? Respuesta: «[…] es un absurdo suponer que la ganancia regular y habitual […] surja de algún aumento de los precios de las mercancías o de su venta por el empresario a un precio que exceda su valor real. […] para explicar el carácter general de la ganancia hay que empezar por el teorema de que las mercancías se venden, por término medio, por sus verdaderos valores, y que las ganancias se obtienen vendiéndolas precisamente por su valor […] Si no logramos explicar las ganancias sobre esta suposición de base, no lograremos explicarlas de ninguna manera».

«El valor de la mercancía se determina por la cantidad total de trabajo que contiene. Pero una parte de esa cantidad es trabajo remunerado con un salario equivalente; y otra parte es trabajo sin remuneración equivalente para el trabajador. Por tanto, cuando el capitalista vende la mercancía por su valor real, es decir, por la cristalización en dinero de la cantidad total de trabajo encerrado en ella, siempre necesariamente vende con ganancias. […] Repito pues que es vendiendo las mercancías por su verdadero valor, y no por alguno superior, que los empresarios obtienen sus ganancias habituales.»

Así que, punto tres, la base fundamental de la ganancia de los empresarios capitalistas no es alguna forma de manipulación fraudulenta para elevar los precios en el mercado (las supuestas «usura», «especulación», «acaparamiento», etc.), sino la explotación de los trabajadores por los empresarios, esto es, la apropiación por estos últimos de parte del trabajo realizado por aquellos como trabajo no remunerado.

Por lo tanto, pese a la irritación que causó esta otra afirmación decembrina nuestra, no es verdad que la alta inflación sea característica de las economías capitalistas, ni es cierto que las manipulaciones fraudulentas del mercado por los empresarios sean inherentes o naturales al capitalismo. Afirmar lo contrario sería, además de «un absurdo», atentar contra el concepto de plusvalía, piedra fundamental de todo el marxismo. Y por lo tanto, asimismo, la alta inflación crónica en Venezuela no es simple culpa del capitalismo, sino de la persistencia de un modelo económico tan atrasado que todavía no llega ni siquiera a capitalista propiamente, y de unos gobiernos que no han sabido –o no han querido– emprender con seriedad su transformación profunda.

Epílogo

Si criticar la política económica del gobierno sobre estas bases conceptuales, como lo hicimos en diciembre y lo hacemos habitualmente, constituye delito de neoliberalismo o cualquier otra cosa, aceptamos la condena, pero apenas en grado de cómplices menores. Porque el culpable principal del delito es el cabecilla de nuestra banda, quien responde al nombre de Karl Marx.

Así que si alguno de nuestros lectores quiere insistir en tales acusaciones, que las dirija en primer lugar contra nuestro «capo» –domicilio actual: cementerio de Highgate en Londres– y sólo después a este modesto articulista que apenas procura cumplir un papel de difusor y defensor de sus doctrinas económicas.

Fuente: Tribuna Popular 242.

 

12 comentarios en “MARX Y LA INFLACIÓN: En defensa de la economía política marxista (I)”

  1. No soy experto en el área, pero sólo quisiera comentar algo, a modo de aporte a la discusión y sería útil si alguien puede responder. En general creo que el autor sustenta muy bien sus ideas. Sin embargo, en el caso de la economía venezolana, que como él dice ni siquiera se puede decir que sea propiamente capitalista, creo sí es posible que el sobreprecio sea parte importante de la ganancia. No hablo del caso de las mercancías producidas en el país, de las cuales ciertamente el capitalista extrae su ganancia en base a la explotación del trabajo del obrero, pero sí en el caso de las mercancías importadas, que son buena parte de las que hay en el mercado, debido a la escasa producción ¿estoy equivocado? ¿hay una explicación a esto?

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    1. Yo mismo me respondo, con algo que leí y espero ayude a quien tenga la misma duda:
      «Por las características propias de nuestro capitalismo rentístico, los precios de las mercancías que se venden en el país se forman, en gran parte, en el mercado mundial. Por lo tanto hasta que no se modifique el modelo rentístico de nuestra economía y creemos un nuevo modelo productivo, la competencia entre empresarios individuales no tiene un efecto positivo en relación a los precios de las mercancías individuales. Por el contrario, la tendencia de los precios locales es a igualarse al más alto y a fijarse con el parámetro completamente arbitrario del precio del dólar paralelo o ilegal, y por esta razón genera ganancias usurarias en el comercio. Por eso, las importaciones monopolizadas por el estado, deben ser atendidas en función de las necesidades que presenten las distintas ramas de actividad económica en conjunto y no por el pedido del comerciante o productor individual. Lo que bajaría los precios actuales de las mercancías, eliminaría las compras excesivas de una misma mercancía, e incorporaría elementos de planificación comercial.»
      La fuente es: http://www.aporrea.org/contraloria/n257348.html

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      1. En Venezuela la inflación, hay que decirlo, porque esa es la verdad, la genera el elevado déficit fiscal, 25 % del PIB, el cual es financiado por el BCV, mediante la emisión de dinero inorgánico. Asì que todo análisis, basado solamente en la ley de la oferta y la demanda, y los escritos de Carlos Marx sobre el mismo tema, es pura perdida de tiempo. Lo que si es cierto, y no dudo en compartir, es que la ausencia de oferta suficiente de bienes y servicios, es también una de las causas de la inflación en Venezuela, razón por la cual es necesario diseñar e implementar, urgentemente, una política de industrialización del país, de recuperación de la industria nacional, ademas de asumir y corregir los errores de política económica fiscal, cometidos por el gobierno nacional, que han sido ampliamente señalados por muchos economistas, marxistas y no marxistas, venezolanos.

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    1. Ciertamente, el estado debe impulsar la producción nacional, pero esto no debe lograrse en base a favorecer a los capitalistas locales, ceder ante ellos, permitir la explotación de los trabajadores, sino esto no podría llamarse socialismo. Además, el estado venezolano tiene los recursos petroleros para crear una economía estatal, pero bajo control obrero, no como las empresas nacionalizadas que terminan siendo improductivas porque siguen favoreciendo el trabajo alienado. Sobre el trueque, honestamente no creo que volver a una forma antigua de intercambio pueda hacernos progresar. Ese planteamiento me parece parecido al de producir más alimentos en base a conucos. No, es así: debemos desarrollar las fuerzas productivas, debemos emplear la ciencia, pero para liberarnos, no para la acumulación de unos pocos

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  2. El Socialismo Bolivariano del siglo XXI, a mi entender se enfrenta a dos aristas importantes que le impide avanzar: la primera una sociedad que ha sido manipulada y transculturizada, que tiene un porcentaje importante de la población que su dios es el dólar, moneda que no tiene respaldo de nada, pero se utiliza en el intercambio para pagar nuestras riquezas como es el petróleo, asi como para acumular en los bancos extranjeros.
    La segunda arista es, que somos un país mono productor, pero el producto que vendemos que genera renta es transformado en energía y el mundo depende de la energía, esto hace que la población en general sufra de una enfermedad que es el consumo, por ello la usura y la estafa de los comerciantes tiene cabida en nuestro país.
    La guerra llamada de IV generación una de sus bases es apoderarse de los dólares del estado, producidos a través de la industria petrolera y con ellos comerciar; para nadie es un secreto que importamos 30.000 millones de dólares en mercancías para producir 3.000 millones de dólares, podemos decir que con este escenario jamás podremos ser productivos.
    Es una buena política impulsar el estado comunal, “El socialismo territorial debe incluir la felicidad integral de las personas; es la felicidad hecha comunidad, hecha ser humano”, dijo el presidente Nicolás Maduro, pero hay que hacer entender a todos y todas, que es la conciencia colectiva y la convivencia, que es la participación comunal lo que impulsa el estado comunal y esto solo se logra participando y practicando en la comunidad. Es decir tenemos la voluntad política, la teoría y las leyes solo falta la práctica.

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  3. Mi Camarada Fernando, considero que tienes razón (tu y Carlos); que el “trabajo” es factor determinante en el valor de las mercancías y que la plusvalía es el fruto de la explotación capitalista que padece el obrero y cimienta el sistema; así como también que el precio va en función de la oferta y la demanda; mercado capitalista; usura; que en cierta forma el sistema autorregula para evitar el “autosuicidio” como decía el de Rubio. Fundamentos de la economía como ciencia, ciencia social; en la cual tenemos incidencia nosotros los seres humanos; que determina “Leyes”, que como es lógico se cumplen.
    Pero estamos en Venezuela, en Nuestramerica, tierra del “realismo mágico”, donde la burguesía no produce sino que especula, práctica la usura y tiene el poder, forma parte del estado y se las ingenia para que su “modos operandi” se haga política y salga otro celebre adeco diciendo: “aquí no hay razón para no robar”. Con todo lo magnifico y excelente científico que era Carlos, es imposible que pudiera prever nuestra realidad, pero tu si la comprendes y la vives. (Carlos militaría con “Las Venas Abiertas…” de Galeano y tu con esta y con la guerra mediática de “El Mundo al Revés”).
    Vladimir complemento a Carlos y nos hablo del imperialismo como fase superior y de la agudización de la lucha, de la concentración del capital, pero no previo la capacidad de la oligarquía de llegar hasta el autosuicidio por cumplir los designios de su amo y “hacer chillar la economía” como lo hizo en el Chile de Salvador y lo repite en nuestra Venezuela. La guerra no es solo en la mente, la conciencia, el pensamiento (4ta Generación); es también en el estomago; la guerra es total.
    Nada es absoluto ni estático, no olvidemos los factores espacio y tiempo. Saludos mi Camarada.
    Febres.

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  4. La tribuna es un medio formativo que nos nutre de conocimientos y nos brinda la oportunidad del debate de altura de temas que estan en la palestra,es interesante el analisis critico con el proposito de corregir y orientar la conducción de la economia

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  5. La economia sustenta las bases del desarrollo de una nación y debe ser revisada milimetro por milimetro con la intención de verificar si se esta cumpliendo con el bienestar de la sociedad o se le esta aficiando con medidas que se consideran favorables, por eso es bueno contar con la orientación que nos brindan los CAMARADAS desde la TRIBUNA, para tener una visión mas clara

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  6. El articulo no habla para nada de la inflacion, sino se la formacion del precio de la mercancia y su naturaleza fluctuante. Es en El Capital que marx trata el tema del exceso de circulante. El fenomeno inflacionario tiene evoluciones muy importantes posteriores a Marx, y es de varios tipos. Y si, los neocapitalistas defienden un porcentaje `sano’ de inflacion en la economia capitalista con el objetivo de contar con fuerza de trabajo devaluada.

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  7. Excelente artículo para entender la inflación, pero creo que obvió las causas de la inflación que padecemos actualmente los venezolanos, que, en mi criterio, reside en el déficit físcal, el despilfarro de los recursos públicos, la emisión de dinero inorgánico, el incumplimientode sus funciones por el Banco Central de Venezuela y los elevados niveles de corrupción existentes en la actualidad, porque muchos funcionarios creen que las instituciones, en las que son designados para dirigirlas, son un botín a su disposición, de sus familiares y allegados cercanos. Lamentablemente esa es la realidad que hoy vivimos.

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  8. El tema de la inflación es bastante polémico. Sin embargo, se puede decir que hay acuerdo entre los economistas respecto a tres factores o aspectos que funcionan como agentes de inflación, entendida como variación hacia la alza en los precios delas mercancías, estos son:
    1) la demanda de las y los consumidores por un producto o servicio es mayor que su disponibilidad. Se produce una subida de los precios para evitar el desabastecimiento o agotamiento de los inventarios de ese producto.
    2) el precio de los bienes o servicios sube por un aumento en los costos de producción tales como materias primas, operaciones, salarios, etc.
    3) la cantidad de dinero disponible en el mercado, un aumento del dinero en manos de las personas lleva a un mayor consumo incluso de productos que de otra manera esas personas no consumirían,
    Totalmente de acuerdo con Fernando en cuanto a la caracterización de nuestra economía actual.

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