Por: Juan Carlos Villegas. Especial para TP
Economista
Una de las grandes distorsiones que caracterizan al capitalismo rentístico venezolano es la existencia, tanto en el pasado como en el presente, de una política de subsidios que en teoría están dirigidos a proteger a los amplios sectores de la población trabajadora, pero que en la práctica muchas veces se convierten en mecanismos para la captura de renta por parte de algunas capas sociales.
Estos son los denominados ‘subsidios regresivos’, que suelen implementarse mediante la fijación de precios preferenciales de algunas mercancías, lo cual implica importantes costos para el Estado y para el resto de la sociedad.
No todos los subsidios son regresivos, pero adquieren este carácter en el hecho de que no terminan realmente beneficiando a los sectores económicamente más vulnerables, sino que por el contrario –sea de manera intencional o no– constituyen una forma de enriquecimiento para sectores de la sociedad con mayores posibilidades de aprovechamiento de dicha política.
El ejemplo clásico es el subsidio al precio de la gasolina, cuyo costo para el Estado venezolano es de aproximadamente 14 mil millones de dólares anuales, y que subvenciona a los propietarios de vehículos sin ningún tipo de discriminación, de forma tal que los dueños de flotas de transporte terminan siendo los grandes beneficiarios, además de los contrabandistas de combustible.
En la política cambiaria también se dan estas manifestaciones regresivas, cuando se establecen tipos de cambio preferenciales con enormes márgenes de subsidio, a Bs. 6,30 ó 12,00 por dólar; un mecanismo mediante el cual se “asignan” importantes montos de divisas a sectores parasitarios de la burguesía comercial-importadora, que los destinan a su reciclaje en el llamado mercado ‘negro’ de divisas, a la fuga de capitales y a la compra de propiedades en el exterior. Esta política, subsidia la práctica especulativa de comprar barato y vender caro en el mercado de divisas, y es curiosamente defendida por algunos voceros de la política económica oficial.
Otra forma en que los subsidios se tornan regresivos es mediante la distribución de alimentos por parte de diferentes organismos oficiales (Casa, Mercal, Pdval, etc.), ya que importantes cantidades de alimentos subsidiados son desviados y acaparados por parte de funcionarios deshonestos, otra fracción es sacada del país por las mafias del contrabando y otro tanto es presa de las bandas delictivas que controlan el mercado ‘negro’ de bienes básicos (bachaqueros). Por contra, al grueso de la clase trabajadora le resulta muy difícil acceder a estas mercancías, muchas veces teniendo que pagar precios especulativos.
Una nueva política económica dirigida realmente a superar el capitalismo rentístico, debe incluir la implementación de ‘subsidios progresivos’ identificando los sectores de la población que más lo requieren, focalizando su aplicación e implementando mecanismos de asignación directa y personalizada que eviten la especulación y desviación de recursos por parte agentes de parasitarios.
realmente sin cortapisas esa es la realidad de lo que ha venido pasando con los subsidios en proyecto inicial enfocados para prtoger a la poblacion pero que la practica terminan beneficiandose los capitalistas por ejemplo el subsidio va para el que modestamente tiene un carrito como para aquel que tiene una flota de costosos carros lo que significa que el que tiene la flota tiene el poder adquisitivo para pagarla a su precio real
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