Formación

¿Son Las Abejas Marxistas?


comunidad-abejasPor: José Gregorio Rincón G.
Secretario de Profesionales y Técnicos Comité Regional PCV Trujillo
Las abejas son insectos sociales, de los más organizados del mundo animal. Pertenecen al grupo de los himenópteros, como las hormigas y las avispas. Se organizan en grandes colonias donde cada una tiene una función perfectamente definida de acuerdo a su desarrollo físico y edad.
Cuando estudiamos una colmena de abejas nos damos cuenta que existen tres castas: La reina, las obreras y los zánganos.
Las abejas que normalmente vemos son las obreras. Son hembras que no están desarrolladas sexualmente. Con su polifuncionalidad superan la división del trabajo. No se encasillan en una sola tarea. A lo largo de su ciclo de vida realizan múltiples funciones: Exploran y buscan alimento (polen y néctar de las flores), producen la jalea real, construyen la colmena y la protegen, limpian, hacen correr el aire batiendo sus alas, hacen de nodrizas al criar las larvas y realizan otras muchas tareas para su comunidad.
La abeja reina: es única por colmena y es la más importante de la colonia. Se encarga de la reproducción, sólo ella es fecundada; pone los huevos que constituirán la nueva generación de abejas. Si muere, las obreras crean una nueva abeja reina alimentando a una de las obreras con una dieta especial, la jalea real. Este elixir hace que la abeja obrera se desarrolle y se convierta en una reina fértil. Las reinas también ponen orden en el trabajo de la colmena a través de feromonas que guían el comportamiento de las demás abejas. Se podría decir que a través de este mecanismo químico de comunicación transmite “el carácter de clase” a toda la colonia.
Una abeja reina no es más que una abeja obrera que se le transforma específicamente para tal fin: dirigir a los de su colmena, a sus hermanas de clase. La abeja reina simboliza a la clase obrera empoderada. Y no se “desclasa” pues pasa toda su vida junto a sus hermanas obreras dentro de la colmena; solo sale una vez para aparearse con los zánganos en el vuelo nupcial. La reina se alimenta únicamente de jalea real a lo largo de su vida; esta característica determina que su desarrollo y función sea diferente al de las obreras.
Los zánganos son la tercera casta de las colmenas, y son machos. El principal propósito de los zánganos es fertilizar a la nueva reina. Estos copulan con la reina en pleno vuelo. Tras finalizar la copula, el zángano muere dado que se desprende su aparato genital. En cambio, si no llega a príncipe consorte, deberá contentarse con una aburrida existencia de parásito grandulón, destinado a ser expulsado por sus hermanas al finalizar la temporada de miel, para morir de inanición.
Cuando el Presidente Maduro se refiere que las empresas expropiadas están bajo la participación de la clase obrera, traigo a colación lo de la colmena de abejas. Participar no es dirigir. La realidad concreta es que nuestra clase obrera simplemente “participa” en las relaciones de producción de las empresas estatizadas bajo la dirección de otros sujetos sociales como los son el estamento militar y el burocrático pequeño burgués, que son los que generalmente designan desde el alto gobierno para “gerenciarlas”. Es algo así como poner una avispa o a un moscardón a dirigir la colmena de abejas. Estas son insectívoras, incluso algunas especies de avispas y moscardones se alimentan de las abejas y sus larvas, las atacan. Sus intereses no son los mismos que los de estas, entonces acaban con la colmena y por ende la producción de miel. Son antiobreras.
Tampoco producir es dirigir, pero debe ser un requisito previo. Todo trabajador, para dirigir-cual abeja obrera que deviene en reina- debe tomarse su dosis de “jalea real”; es obligante prepararse para ello, desarrollar dotes de liderazgo y dirección, adquirir conocimiento experto de todo el proceso social del trabajo y de las relaciones de producción subyacente para gerenciar y elevar las fuerzas productivas “de la colmena”.
Nosotros los comunistas cuando exponemos que “Para abastecer y producir la clase obrera debe dirigir” nos referimos precisamente a eso. Debe de dirigir es un trabajador de la misma empresa nacionalizada, cual abeja reina que orienta y motiva a las demás para elevar su producción de miel. Y como el trabajador es “de la casa”, este se conoce las relaciones de producción, procesos y procedimientos mejor que cualquier otro sujeto proveniente de otro estamento o capa social. Los gringos llaman a esto el “Know How” -el saber cómo- termino que tiene una directa relación con la experiencia, es decir la práctica prolongada que proporciona destreza o habilidad para hacer algo. Es el conocimiento del aquí y ahora del proceso social del trabajo.
El Comandante Chávez decía que la revolución no tiene por qué estar reñida con la eficiencia ni con la calidad, y las abejas son muestras de ello. En apicultura es conocida “La regla de Farrar” la cual dice que cuanto más aumenta la población de una colmena mayor es la producción individual de cada abeja. Esto equivale a decir que aumenta la productividad y se conoce como un principio de sinergia. Esto se debe a que a medida que aumenta el número de abejas de una colmena, también aumenta la proporción de obreras pecoreadoras. Las obreras pecoreadoras son las encargadas de encontrar las fuentes de alimento de calidad -flores y jardines- y le comunican al resto la dirección y distancia de la fuente con respecto a la colmena que pertenece mediante la danza de la abeja. En otras palabras “abren mercados”.
Estoy casi convencido que las abejas son marxistas. Incluso aplican el principio “de cada cual según su capacidad, a cada cual según su necesidad”: las obreras pecoreadoras cuando emprenden el viaje desde la colmena hacia la fuente da alimento, cargan polen en proporción a la distancia a recorrer a fin de economizar y a su vez tener capacidad de carga a su regreso. Es por eso, que si algún agente externo o atmosférico la desvía de su destino, la abeja no cuenta con autonomía suficiente. Y salvo que encuentre alimento necesario en su camino, no es capaz de regresar a la colmena y muere. Eficiencia pura, tienen todo calculado con frialdad científica.
Otro tema es el control obrero. Por control obrero-campesino entendemos la capacidad de nuestra clase trabajadora de la ciudad y el campo de regular las relaciones de producción, entiéndase la vida de la colmena. Contener y expulsar a los zánganos pues: trabajador que no reproduzca el sistema socialista, que sea ineficiente y no contribuya o sabotee el proceso productivo en las empresas estatizadas debe ser expulsado por sus propios hermanos de clase; amén de no permitir la entrada a la colmena de otros sujetos sociales como lo son el lumpen, la pequeña burguesía, ni los estamentos burocráticos ni militar, ni menos que menos la clase burguesa capitalista, ni los grandes terratenientes.
Volviendo a las abejas. Los zánganos no intervienen en la recolección de néctar ni polen. Ni en la elaboración de miel ni en la defensa de la colmena ya que no poseen aguijón. No pueden alimentarse por sí mismos ya que tienen lengua muy corta lo cual les impide libar el néctar; por ello deben ser alimentados por las obreras, por eso, en épocas de sequía o cuando escasea el alimento (generalmente fines del otoño, comienzos del invierno) son expulsados, cuando la colmena adopta una forma de vida más austera. Las obreras se encargan de eliminarlos no dejándolos entrar a la colmena, por lo que mueren de hambre y frío. En situaciones extremas, toman medidas extremas, cual patrón. ¡Y cuando el patrón es la clase obrera, la revolución es verdadera!
Lenin sostenía que cada capa social tiene su destacamento dirigente. Y, cuando aumentamos el grado de abstracción en el análisis dialéctico, vemos que esta máxima también aplica al estudiar los fenómenos sociales intraclase: en cada unidad de producción siempre destaca algún obrero o campesino por sus capacidades dirigentes, por lo que se infiere que bien podrían estar al frente de la empresa o unidad de producción estatizada. No he querido con esta analogía comparar a la sociedad humana con la sociedad de las abejas; estas nos llevan mucha ventaja. Tenemos patria, lo que no tenemos es socialismo. Es conveniente aprender de las abejas para empezar a vislumbrar la perspectiva socialista. ¡En una revolución eficiente, la clase obrera es la dirigente!

 

Fuente: Cantar del Gallo Rojo

2 comentarios en “¿Son Las Abejas Marxistas?”

  1. Excelente artículo y muy pedagógica la comparación entre cómo actúan las abejas y cómo deberíamos actuar los humanos. Por cierto que nunca he estado de acuerdo con la denominación que se le da a la estructura de las abejas. Eso de separarse por clase social, es una clara alusión a la sociedad dividida clase, no me parece.

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