Por: Luis Rojas Hernández. Especial para TP
Corresponsal de TP desde 1970
En justicia, Pedro Gutiérrez es un nombre legendario en la historia de las luchas políticas de la segunda mitad del siglo XX venezolano, del periodismo revolucionario y entre la militancia comunista; a pesar de que ese no es su verdadero nombre, sino que ha sido su seudónimo durante 50 años.
Este gran camarada nació el 25 de junio de 1916, es decir, llega ya a los 100 años de vida, lúcido, atento a lo que pasa en el país y en el mundo, discutiendo y opinando; ciego, sí, pero dictando sus artículos sobre política, economía e historia.
Debe resaltarse que desde 1938 ha mantenido ininterrumpidamente su militancia en el PCV, completando 78 años dedicados con firmeza a la lucha por la liberación de la clase obrera y el pueblo trabajador, por la revolución proletaria.
Es imposible escribir algo sobre la trayectoria de Pedro Gutiérrez, desligándolo del trabajo colectivo con otros camaradas en que siempre basó su activismo.
Viene de luchas políticas en Portuguesa, cuando es elegido Concejal por el PCV, pero poco dura su labor como edil, ya que un Golpe de Estado organizado por militares y la cúpula de AD derroca al presidente Medina Angarita el 18 de octubre de 1945.
Se traslada a Caracas, ya siendo conocedor de la labor en imprenta. En este contexto, el 17 de febrero de 1948, se funda Tribuna Popular, órgano del Comité Central del PCV, con el histórico Gustavo Machado como Director-Fundador.
Pedro Gutiérrez se destacó en las luchas clandestinas del PCV, como responsable de la edición e impresión de TP en talleres ilegales que, al igual que los miembros del equipo, nunca cayeron en manos de la represión.
Tras el derrocamiento del presidente Rómulo Gallegos, en 1948, la Junta Militar pretendió dar una imagen democrática, pero se le cayó con la ilegalización del PCV y TP, en mayo de 1950, a raíz de la huelga petrolera de ese año.
Durante los siete años y siete meses que duró la ilegalidad, el equipo de Tribuna Popular clandestina garantizó la publicación de 43 ediciones del periódico comunista, denunciando los crímenes, las persecuciones y las torturas del régimen, e imprimió los llamados de la Junta Patriótica en los momentos cumbres para el derrocamiento de la dictadura perezjimenista, entre noviembre de 1957 y el 23 de enero de 1958.
Poco tiempo duró la legalidad, ya que el 28 de octubre de 1960 bandas de AD asaltaron los talleres de Tribuna Popular y un mes después el gobierno de Rómulo Betancourt clausuró el periódico por 13 meses, hasta enero de 1962; pero menos de cuatro meses después, tras la insurrección en la Base Naval de Carúpano (Sucre) el 4 de mayo, Betancourt proscribe por decreto las actividades y publicaciones del PCV.
Inmediatamente vuelve a aparecer Tribuna Popular clandestina, con Pedro Gutiérrez y el abnegado equipo de camaradas, y durante los casi siete años de ilegalidad, que duró hasta marzo de 1969, se publicaron 226 ediciones.
Por eso, decir Pedro Gutiérrez es hablar de leyenda viva, con éxitos en cada labor que le asignó el PCV, con base en la disciplina y el cumplimiento riguroso de las normas de trabajo en legalidad y clandestinidad, con humildad, valentía y trabajo colectivo; un ejemplo a seguir de la asimilación teórica y práctica del marxismo-leninismo.
Gracias por tan hermoso articulo!! El gran Pedro Gutierrez es mi abuelo materno.
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