«Ellos, los fascistas, nacieron traidores, viven como traidores y serán recordados siempre como fascistas traidores.»
Orlando Letelier (1932-1976)
Wladimir Abreu. Especial para TP
Orlando Letelier fue abogado chileno especialista en la industria del cobre, con destacada actividad en las Naciones Unidas, sobre el tema de la minería. Desde 1959 militaba en el Partido Socialista.
Por su destacada trayectoria internacional es nombrado en 1971, durante la presidencia de Salvador Allende, como embajador de Chile ante EEUU, asumiendo los litigios derivados de la nacionalización del cobre realizada por el gobierno de la Unidad Popular.
Al momento del golpe fascista del 11 de septiembre de 1973, Letelier tenía 19 días como ministro de Defensa; siendo detenido por los militares cuando ingresa al Ministerio, posteriormente torturado y enviado por ocho meses al campo de concentración de la Isla Dawson, luego retenido en el subterráneo de la Academia de Guerra de la Fuerza Aérea y el Campamento de Ritoque, en Valparaíso, de donde sale en libertad debido a una gran campaña internacional de solidaridad y la presión diplomática contra la dictadura.
Liberado en 1974, parte a Venezuela y luego con su familia se exilia en EEUU, radicándose en Washington. Letelier trabaja en el Institute for Policy Studies (IPS), un instituto de investigación de políticas internacionales; fue director del Transnational Institute (TNI) fundado en Ámsterdam, Holanda, una red de académicos y activistas progresistas; además de ser profesor en la Escuela de Servicios Internacionales de la American University, en Washington.
Letelier se dedicó a escribir, dar conferencias, organizar un vasto movimiento internacional y especialmente en EEUU en contra de la dictadura militar, denunciando públicamente a aquellas empresas y gobiernos que colaboraban con Pinochet y el fascismo.
La dictadura y su aliado imperialista yanqui no podían pasar por alto estas actividades y su magnitud, dándole luz verde a los esbirros de la policía secreta chilena (Dirección de Inteligencia Nacional) y la CIA para neutralizar a Letelier.
El 21 de septiembre de 1976, a las 9:00 am, una bomba activada por control remoto bajo su automóvil mata a Letelier y a su ayudante Ronni Moffitt, e hiriendo al esposo de ésta, Michael Moffitt.
Este crimen fue parte del tenebroso Plan Cóndor, un esfuerzo criminal de las dictaduras latinoamericanas y el gobierno gringo para intimidar y asesinar a la izquierda latinoamericana, que incluyó a Brasil, Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay y Bolivia.
El cuerpo de Letelier fue sepultado en Venezuela, pues Pinochet no permitió enterrarlo en Chile. Volvería a su tierra sólo en 1994.
Una investigación del periodista Rafael Otero Echeverría, demostró que un grupo de cubanos contrarrevolucionarios, comandados por agentes de la CIA, habían sido los que planearon y ejecutaron el crimen de Letelier. En 2015, documentos desclasificados por EEUU evidenciaron la implicación directa de Pinochet y la DINA en el asesinato; personajes como Michael Townley, un estadounidense colaborador de la DINA, el general Manuel Contreras, antiguo jefe de la DINA, y el general de brigada Pedro Espinoza, fueron con el tiempo procesados y condenados por este crimen.
1 comentario en “El affaire Letelier”