La clase obrera debe ser vanguardia revolucionaria en la lucha de clases y la disputa por el poder
Caracas.- El Partido Comunista de Venezuela (PCV) expresó que tiene profundas diferencias con la denominada ‘Mesa de diálogo’ del Gobierno nacional y la MUD, con la manera como se concibe y con el contenido de acuerdos que se están produciendo.
Pedro Eusse, miembro del Buró Político del PCV, recordó que ya previamente habían manifestado preocupación de que esta ‘Mesa’ se constituyera en la expresión política para la construcción de un nuevo pacto de las élites, un pacto de entrega y liquidación de las conquistas que el pueblo ha alcanzado a lo largo de estos años de lucha.
Además, reiteradamente desde principios de año, el Partido del Gallo Rojo señaló que los actores planteados no le merecen ningún tipo de confianza, comenzando por los cuatro expresidentes “acompañantes”: Ernesto Samper, de Colombia, en representación de Unasur; José Luis Rodríguez Zapatero, de España; Omar Torrijos, de Panamá; y, Leonel Fernández, de República Dominicana; ya que todos ellos encabezaron gestiones antipopulares y siguen siendo expresión de los intereses del gran capital.
Y, con la reciente incorporación de Claudio María Celli como enviado del Papa Francisco, el PCV dijo claramente que el Vaticano tampoco representa ni garantiza los intereses de nuestro pueblo.
La denominada ‘Mesa de diálogo’ se instaló el 30 de octubre, con presencia del presidente Nicolás Maduro, acordando atender ocho temas: mantenimiento de la paz; personas privadas de libertad; diputados de Amazonas; cronograma e institucionalidad electoral; funcionamiento de Poderes Públicos; abastecimiento de alimentos y medicinas; aspectos económicos; y, soberanía nacional.
Tras esta primera reunión la MUD anunció una “tregua” temporal, suspendiendo la marcha prevista a Miraflores para el 3 de noviembre y posponiendo el ilegal juicio político que iniciaría contra el Jefe de Estado; al tiempo que se liberaron personajes de oposición detenidos por crímenes contemplados en la legislación penal venezolana, aunque voceros del Gobierno afirmaron que no era parte de los acuerdos.
Simultáneamente, se instalaron cuatro ‘Mesas temáticas’, coordinadas por los “acompañantes” e integradas por un representante del Gobierno y otro de la MUD: «Paz, Respeto al Estado de Derecho y a la Soberanía Nacional» (Rodríguez Zapatero, Roy Chaderton y Luis Aquiles Moreno); «Verdad, Justicia, Derechos Humanos, Reparación de Víctimas y Reconciliación» (Vaticano, Delcy Rodríguez y Timoteo Zambrano); «Económico-social» (Fernández, Elías Jaua y Jesús Torrealba); y, «Generación de Confianza y Cronograma Electoral» (Torrijos, Jorge Rodríguez y Carlos Ocariz).
La segunda reunión plenaria de la ‘Mesa de diálogo’, se llevó a cabo el 11 de noviembre, dando a conocer al día siguiente un Comunicado Conjunto en el que informaron acuerdos en el campo económico y político, y se adoptó la Declaración Conjunta «Convivir en Paz», que lista los compromisos de ambas partes y llama a ser respaldada por “las fuerzas políticas, las instituciones públicas, las organizaciones sociales, los medios de comunicación, las universidades, las comunidades religiosas, los centros educativos y la sociedad en general”.
Lucha de clases
Eusse resaltó que, para el PCV, “la salida a la crisis del modo de acumulación capitalista, no es construir un nuevo pacto de las élites, ni haciendo concesiones y entregando aspectos centrales del proceso; sino que las soluciones están en consolidar y profundizar las conquistas populares, el cambio, las transformaciones, más poder para el pueblo, una política que permita avanzar a las fuerzas revolucionarias”.
De ahí, la vigencia y trascendencia de la consigna que asume y levanta el PCV: «Contra el fascismo, el entreguismo y la corrupción ¡Todo el poder al pueblo trabajador!».
“Nos preocupa que se produzca un pacto de élites, una concertación elitesca en la que se avance en la entrega de conquistas políticas, económicas y sociales alcanzadas por el pueblo venezolano a lo largo de estos años de proceso bolivariano. Por eso, alertamos al pueblo venezolano, a sus fuerzas populares y a la propia dirección del proceso y el Gobierno, de que la lucha de clases es la que determina el curso de la disputa por el poder”, expuso Eusse.
El dirigente puntualizó que el PCV, con más de 85 años de combate antiimperialista y por los derechos del pueblo, tiene la responsabilidad histórica de alertar sobre intentos de darle legitimidad social y política a un proceso de conciliación, entrega y liquidacionismo, el cual ya se venía adelantando a través del denominado Consejo Nacional de Economía Productiva.
“El PCV no avala los acuerdos ni forma parte de la ‘Mesa de diálogo’, porque no ha sido consultado ni ha sido invitado a participar, aunque no sea ésta la razón principal, ya que si nos hubiesen invitado igual no estaríamos ahí”, clarificó Eusse.
Para nosotros, señaló el dirigente, ‘hacer política’ no es conciliar con los enemigos de clase, sino que es defender los intereses de la clase obrera, del pueblo trabajador del campo y la ciudad, de los sectores explotados, “y eso significa desenmascarar el papel de las clases y sectores dominantes, evidenciar las contracciones de clase que existen en la sociedad”.
El Partido del Gallo Rojo ha reafirmado que la contradicción que enfrenta los intereses de la Nación venezolana y los del imperialismo, se resolverá con el pueblo trabajador en el poder, en un proceso de acumulación de fuerzas en la dirección de la construcción del Socialismo.
“Eso sólo es posible hacerlo con la clase obrera ejerciendo su papel de vanguardia revolucionaria, porque ya otras clases y capas sociales, que cumplieron un papel importante en este proceso, han agotado su capacidad, su condición y naturaleza revolucionaria, ya que se enriquecieron y sus objetivos de clase terminaron coincidiendo con los sectores históricamente dominantes de la burguesía”, reflexionó Eusse.
Para impedir el retroceso, liquidación y entrega de este proceso, de sus conquistas y de su perspectiva de desarrollo, el PCV deja claro que la clase obrera debe dirigir el proceso de cambios en Venezuela.
Eusse ejemplificó la agudización de la lucha de clases y la arremetida de los sectores neofascistas contra las fuerzas genuinamente revolucionarias, con el atentado sufrido en la sede del Comité Regional del PCV en Maturín, Monagas, el pasado 29 de octubre, con el lanzamiento de bombas molotov.
“No hubo pérdidas humanas que lamentar, pero este acto contra la infraestructura de un símbolo de la lucha obrero-popular, como es el PCV, evidencia que la ultraderecha escalará la conflictividad política y social para lograr sus objetivos arteros y apátridas, pero tendrán que seguir enfrentando la inclaudicable disposición combativa de las y los comunistas”, manifestó.
Poder Popular
El dirigente comunista también hizo un llamado de alerta sobre experiencias embrionarias de construcción de Poder Popular y la concepción que desde el Estado se tiene de éstas.
“Con todas las observaciones que tenemos, reconocemos la importante experiencia que significan los Consejos Comunales y las Comunas, por lo que deben seguirse fortaleciendo como expresión de la construcción participativa directa del pueblo, y no deben estar subordinados ni ser sustituidos por los Clap, los cuales son necesarios y los defendemos porque pueden convertirse, con protagonismo obrero-popular, en un nuevo sistema público de distribución, para combatir los monopolios y mafias de la distribución privada”, enfatizó Eusse.
Para el PCV, también debe construirse Poder Popular obrero, pero considera que no es a través de los denominados Consejos Productivos de Trabajadores (CPT), cuya creación mediante decreto presidencial fue publicada en la Gaceta Oficial Nº 41.026, del pasado 8 de noviembre.
“Los CPT no expresan la necesidad de la participación protagónica de la clase obrera y el pueblo trabajador en los procesos productivos, ya que nace de una decisión burocrática, evidenciado en el manual que los define y explica su constitución, sin discusión, debate ni elaboración colectiva de las y los trabajadores”, reclamó el dirigente.
Eusse afirmó que “los CPT son la negación del planteamiento de los Consejos Socialistas de Trabajadores, que hicimos hace cerca de diez años junto a otras fuerzas clasistas revolucionarias; por lo que seguiremos levantando las banderas de avanzar hacia un verdadero protagonismo obrero-popular”.
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