Hiroshima y Nagasaki: el miserable ataque nuclear yanqui

Por: Enrique García Rojas.

Especial para Tribuna Popular Nº 224.- Los bombardeos atómicos sobre las dos ciudades japonesas –el 6 y el 9 de agosto de 1945– fueron ordenados por Harry Truman, Presidente de Estados Unidos. Estos ataques constituyen los únicos que conoce la historia. Por sus efectos se estima que murieron ese mismo año más de 250.000 mil personas. Desde entonces, muchas personas han fallecido de distintos cánceres por la exposición a las ondas liberadas por las bombas. Con estas demostraciones de poderío nuclear el imperialismo yanqui demostró tener universal supremacía militar, y total ausencia moral.

El Presidente gringo, Truman, 16 horas después del miserable ataque anunció: “…con esta bomba hemos añadido un nuevo y revolucionario incremento en destrucción a fin de aumentar el creciente poder de nuestras fuerzas armadas (…) si no aceptan nuestras condiciones pueden esperar una lluvia de destrucción desde el aire como la que nunca se ha visto en la tierra”.

Ha sido una enorme mentira de los yanquis sostener que debieron lanzar las bombas para finalizar la Segunda Guerra Mundial. Tres meses antes se había producido la rendición alemana; Japón, que había sido aliado de Hitler, negociaba el fin de la guerra por vías diplomáticas. Lo cierto, es que el imperialismo norteamericano necesitaba exhibir al mundo –y en particular, al Ejército Rojo de la Unión Soviética– su poder militar, porque las fuerzas socialistas fortalecían su posición en la zona asiática, situación que iba contra los intereses gringos de dominio y expansión en el Extremo Oriente.

La destrucción provocada por las bombas atómicas fue espantosa, comparando Hiroshima y Nagasaki con las prácticas horrorosas del nazismo durante la Segunda Guerra Mundial, la gran diferencia es que muchos de los asesinos nazis fueron juzgados y ahorcados, mientras que de EEUU nadie ha sido llevado a juicio, por lo contrario, los pilotos que lanzaron las bombas fueron condecorados.

Después de esta experiencia, se desató en el mundo la carrera armamentista nuclear. La humanidad ha vivido en las décadas siguientes con la angustia de nuevas explosiones atómicas. La presencia imperialista de los gringos y sus aliados, origina con sus bases, flotas y maniobras militares el riesgo de guerra nuclear o de otro tipo, tecnologías bélicas que pueden desaparecer la vida en el planeta.

En ocasión del 87 cumpleaños del Comandante Fidel Castro, que se celebra este 13 de agosto, finalizo con palabras suyas este artículo: “Por primera vez, la especie humana, en un mundo globalizado y repleto de contradicciones, ha creado la capacidad de destruirse a sí misma. A ello se añaden armas de crueldad sin precedentes, como las bacteriológicas y químicas, las de napalm y fósforo vivo, que son usadas contra la población civil y disfrutan de total impunidad, los electromagnéticos y otras formas de exterminio. (…) ¡Que la verdad prevalezca por encima de la mezquindad y las mentiras con que el imperialismo engaña y confunde a los pueblos!”