Buró Político, Declaraciones políticas, Nacionales

Un sólido bloque obrero-popular revolucionario


Editorial Tribuna Popular 242.- La 13ª Conferencia Nacional “Pedro Ortega Díaz” del Partido Comunista de Venezuela (PCV), reunida este pasado mes de agosto, llevó a cabo un descarnado análisis de la actual coyuntura del proceso de cambios en Venezuela, la cual está claramente caracterizada por un cuadro internacional e interno cada vez más complejo en lo político, económico y social.

El PCV ha expresado en reiteradas oportunidades que valora altamente las importantes medidas y reformas populares implementadas, a lo largo de los últimos 15 años, por los gobiernos encabezados por Hugo Chávez y Nicolás Maduro.

Pero el PCV también ha dicho sin rodeos que el proceso de cambios iniciado en 1999 ha consistido, fundamentalmente, en que la tradicional burguesía subordinada a los monopolios imperialistas fue desplazada en el control estatal de la distribución de la renta petrolera por otros segmentos de la burguesía, fundamentalmente de la pequeña burguesía y de las capas medias.

Si bien es cierto que Venezuela tiene un gobierno democrático, progresista, de orientación patriótica, antioligárquica y antimonopólica, que promueve una distribución más equitativa de la riqueza, también es cierto que por su composición de clase el gobierno no está en capacidad de asumir un papel revolucionario en la confrontación Capital-Trabajo. En consecuencia, se agudizan las contradicciones de clase y se constata que el problema del Poder no ha sido resuelto a favor de la clase obrera y el pueblo trabajador.

Está claro –cada vez para más personas– que la sociedad venezolana continúa dentro de los límites del Estado burgués y del “modelo económico rentista tradicional (…) altamente burocratizado, elitesco, ineficiente, corrupto, populista y asistencialista” –como ya resaltó el 14º Congreso del PCV (2011)–.

Siguen parasitando de la renta petrolera tanto los sectores de la burguesía histórica, especialmente la financiera y la comercial-importadora, como los de la nueva burguesía, surgidos y fortalecidos en los últimos 15 años. Entre estos grupos hay lucha por el control estatal, que hasta ahora va ganando el segundo –en desmedro de los intereses imperialistas, pero sin dar respuesta a los intereses estratégicos del pueblo trabajador–.

Por eso a lo interno de las llamadas “fuerzas del proceso”, también se desarrolla una lucha de clases de los “nuevos ricos parasitarios” y sectores de capas medias –cuyos intereses se expresan en posiciones reformistas y revisionistas–, contra las fuerzas genuinamente revolucionarias.

De ahí que el Comité Central recientemente, el pasado julio, puntualizara: “El Poder debe ser conquistado por el pueblo trabajador consciente, organizado y movilizado, con la clase obrera revolucionaria en la vanguardia como clase hegemónica, para generar una ruptura de quiebre del sistema capitalista, sus instituciones y valores, para iniciar la fase histórica del tránsito al Socialismo.

En el 14º Congreso el PCV también señaló que hay: “condiciones propicias para abrir cauces a la perspectiva socialista en dependencia de que construyamos una nueva correlación de fuerzas favorable a la clase obrera y al pueblo trabajador en general”, por lo que todo el accionar del colectivo comunista apunta a acumular fuerzas en torno a un sólido y poderoso bloque obrero-popular revolucionario, para combatir tanto a los sectores pro-imperialistas y neofascistas como a los reformistas dentro del proceso de cambios, con miras a la toma revolucionaria del Poder.

El PCV es una organización revolucionaria de la clase obrera y el pueblo trabajador de la ciudad y el campo, con una limpia hoja de vida combativa por los derechos del pueblo, la lucha antiimperialista, la defensa de la independencia, el impulso del desarrollo soberano y la construcción del Socialismo como fase inicial en la perspectiva de la sociedad comunista.

El PCV tiene, como ninguna otra organización, el deber de hablarle con claridad al pueblo, plantearle los problemas, proponer soluciones, construir colectiva y unitariamente las políticas populares, y marchar en primera fila en la construcción de la nueva correlación de fuerzas.

Deja un comentario