Edgar Meléndez (*).
Especial de Tribuna Popular TP.- El 14º Congreso Nacional del PCV (agosto de 2011), estableció muy claramente tres tareas concretas para los y las comunistas de Venezuela: fortalecimiento y desarrollo del Partido, fortalecimiento de la clase obrera en lo organizativo y lo ideológico, y la construcción de los instrumentos y alianzas amplias –que ya hemos descrito: Frente Amplio Nacional Patriótico para la lucha antiimperialista, y el Bloque Popular Revolucionario para el avance hacia la perspectiva socialista de la revolución venezolana–.
En este sentido, la reciente 13ª Conferencia Nacional “Pedro Ortega Díaz” (agosto de 2014) ofreció inequívocas muestras de que el PCV sigue trabajando en la profundización, compresión y aplicación de esta línea, corroborando –hoy con mayor urgencia que en 2011– la necesidad de conformar una nueva correlación de fuerzas favorables a la construcción del socialismo-comunismo para derrotar al reformismo-utopismo que domina al proceso.
Y la conformación de esa nueva correlación de fuerzas pasa por agrupar en un instrumento concreto a las fuerzas interesadas, objetiva y subjetivamente, en el objetivo socialista, lo cual requiere como condición el liderazgo de la clase obrera y su conformación en clase hegemónica no sólo dentro de este bloque sino de la sociedad toda.
De allí que no sea fortuito que la 13ª Conferencia Nacional haya impulsado una denominación más exacta para este instrumento como Bloque Obrero-Popular Revolucionario ya que, como vimos en artículos anteriores, aunque con un claro objetivo clasista éste no está conformado exclusivamente por la clase obrera, sino que agrupa además al movimiento de masas revolucionario que trasciende la estrechez “antiimperialista” (jóvenes, mujeres, campesinos, comuneras y comuneros, movimiento indígena, etc).
Lo anterior queda explicado por nuestra propia Línea Política vigente, así: «Las y los comunistas nos proponemos que el Bloque Popular Revolucionario sea liderado por la clase obrera, para que en el contexto de la agudización de la lucha de clases, éste pueda asumir consecuentemente la batalla social, política y cultural contra el dominio del capital y por el verdadero socialismo. La construcción del Bloque Popular Revolucionario es de crucial importancia para la clase obrera en su lucha por el poder, como lo afirmaba el camarada Antonio Gramsci, consecuente con el pensamiento leninista, de inobjetable actualidad para las y los comunistas venezolanos: “El proletariado puede convertirse en clase dirigente y dominante en la medida en que consigue crear un sistema de alianzas de clase que le permita movilizar contra el capitalismo y el Estado burgués a la mayoría de la población trabajadora”»
El documento presentado por el Comité Central a la 13ª Conferencia es diáfano sobre la necesidad de una nueva correlación de fuerzas y el papel del BOPR e incluso sobre el papel del Partido Comunista en el actual momento político al expresar que una vez más el marxismo-leninismo corrobora que «no se construye socialismo por la vía de las reformas socio-políticas, ni el Estado burgués se transforma por la mera voluntad o discursos o cambios de nombre, y que transferir poder al pueblo en el marco de una sociedad capitalista es una quimera. El poder debe ser conquistado por el pueblo trabajador consciente, organizado y movilizado en torno a un claro programa de transformaciones, con la Clase Obrera en la vanguardia como clase hegemónica, para generar una ruptura y quiebre del sistema capitalista, sus instituciones y valores, para iniciar la fase histórica de transición al Socialismo».
Lo anterior deja muy claro que la razón de ser del Bloque Obrero-Popular Revolucionario es la acumulación de fuerza para la conquista del Poder.
(*) Miembro del CC y Secretario Obrero-Sindical del PCV en Bolívar
Fuente: Tribuna Popular 242.
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